domingo, 16 de mayo de 2010

Galguerias

Odio las chicas que llevan el pelo corto. Es un odio visceral e irracional. No es nada personal, no se equivoquen, es sólo que me caen mal. Normalmente no me suelo complicar mucho con mis relaciones sociales, a simple vista, todos me caen mal y punto. Pero a las del pelo corto las tengo en mi lista negra, no entiendo sus recogidos ridículos ni sus coletas diminutas. ¿Pero qué se piensan? ¿Que nos pueden engañar? ¿Es que acaso creen que no sabemos que lo llevan corto?

Quizás mi obsesión provenga de mi infancia, como todos mis traumas. Gracias Mama.
Cuando era pequeña nunca llegué a tener el pelo largo, cuando me llegaba por los hombros, mi madre me llevaba a la peluquería y les pedía que me lo cortasen 4 dedos. Mi madre ponía sus dedos sobre mi melena, para darle mejores instrucciones a la peluquera. Siempre por debajo de las orejas, para no poder recogérmelo ni hacerme cualquier peinado extravagante que expresase mi inconformidad ante la vida. Parecía que mi madre cada vez tenía los dedos más rechonchos y que yo llevaba el pelo más corto. En mi infancia juré que cuando tuviese la mayoría de edad me dejaría el pelo largo. Llevo 3 años sin ir a la peluquería.

Mi trauma con el pelo corto no se limita solamente a mi propio pelo, en mi infancia también tuve la típica enemiga con el pelo muy corto. Era muy mala y sabía lo que se hacía. Todos los problemas que me causó de pequeña le volvieron a ella años después con una obesidad mórbida.

Estoy pensando en apuntarme a clases de peluquería. No es que me guste, es que tengo una ilusión. Quiero cortar el pelo a una peluquera. Aprenderé todos los tipos de cortes de pelo, capeados que existan. Aunque pienso que las clases no me servirán de mucho, no creo que tenga que saber demasiado, total, para hacerle a la peluquera una esvástica en la coronilla…

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